Regresaron las noches de quedarse despierta a altas horas de la madrugada.
Regresaron los días de darle largas caladas a los cigarrilllos.
Regresaron los días de escuchar música fuerte con la esperanza de ahogar estos pensamientos que me consumen lentamente.
Regresaron los días de teclear con agresividad esperando poder plasmar idealizaciones y expectativas que rara vez se vuelven mi realidad.
Regresaron los días de soñar despierta, de sentir nostalgia y melancolía, añorando la vida no vivida.
Regresaron las ganas de salir corriendo, huyendo, de igual manera, siempre me estoy yendo.
Pero más importante, regresaron los días en los que soy mi propia compañía. La solución a todo, quedarse solo después de haberlo sentido todo.
