Extractos de la madriguera del conejo

Hace una semana estaba de road trip sin auriculares para escuchar música, sin libros que leer y sin una buena compañía para charlar, nunca he sido de las personas que ven películas mientras viajan por que siento que le resta magia a la experiencia de andar por carretera además de que soy de los muchos humanos que sueñan despierto creando historias que nunca pasaran y divagar se me da bastante bien. Por suerte y no se como, me tope con el audio-libro de Alicia en el País de las Maravillas. Si, todos hemos visto la famosa película y si, yo he leído el libro pero esta vez fue diferente. Me encargue de conseguir unos auriculares en ese autobús y me dispuse a enfocar toda mi atención en la narración de la historia. Si nunca han escuchado un audio-libro, se los recomiendo altamente, se imaginan la cantidad de personas que prestan sus voces y su tiempo para crear estos documentos que es una pena que no los disfrutemos de vez en cuando.

Así que en esta entrada me gustaría compartirles extractos de este cuento que me parecieron increíbles por que al ser una historia conocida por muchos, hay partes que no aparecen en el film que todos conocemos (como en todas las películas basadas en libros) y son simplemente ingeniosas. Además de que el personaje de esta niña tiene unos personality traits que resuenan mucho conmigo y por un momento me pregunto que hubiera pasado si Alicia y yo nos hubiésemos conocido.

  • Alicia no tenía la menor idea de lo que era la latitud, ni tampoco la longitud, pero le pareció bien decir unas palabras tan bonitas e impresionantes.
  • A esta curiosa criatura le gustaba mucho comportarse como si fuera dos personas a la vez. «¡Pero de nada me serviría ahora comportarme como si fuera dos personas!», pensó la pobre Alicia. «¡Cuando ya se me hace bastante difícil ser una sola persona como Dios manda!»
  • -¡Dios mío! ¡Qué cosas tan extrañas pasan hoy! Y ayer todo pasaba como de costumbre. Me pregunto si habré cambiado durante la noche. Veamos: ¿era yo la misma al levantarme esta mañana? Me parece que puedo recordar que me sentía un poco distinta. Pero, si no soy la misma, la siguiente pregunta es ¿quién demonios soy? ¡Ah, este es el gran enigma!
  • Parecía, desde luego, un plan excelente, y expuesto de un modo muy claro y muy simple. La única dificultad radicaba en que no tenía la menor idea de cómo llevarlo a cabo.
  • Sí sé quién era al levantarme esta mañana, pero creo que he cambiado varias veces desde entonces. ¿Qué quieres decir con eso? –preguntó la Oruga con severidad–. ¡A ver si te aclaras contigo misma! –Temo que no puedo aclarar nada conmigo misma, señora –dijo Alicia-, porque yo no soy yo misma, ya lo ve.
  • Si cada uno se ocupara de sus propios asuntos el mundo giraría mucho mejor y con menos pérdida de tiempo.
  • Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí? preguntó Alicia -Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar dijo el Gato. -No me importa mucho el sitio… – dijo Alicia. -Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes – dijo el Gato. -… siempre que llegue a alguna parte – añadió Alicia como explicación. -¡Oh, siempre llegarás a alguna parte – aseguró el Gato –, si caminas lo suficiente!
  • La Liebre de Marzo será mucho más interesante. Y además, como estamos en mayo, quizá ya no esté loca… o al menos quizá no esté tan loca como en marzo.
  • Si conocieras al Tiempo tan bien como lo conozco yo, no hablarías de matarlo. ¡El Tiempo es todo un personaje! El Tiempo no tolera que le den palmadas. En cambio, si estuvieras en buenas relaciones con él, haría todo lo que tú quisieras con el reloj.
  • «¡Vaya forma estúpida de matar el tiempo! ¡Que le corten la cabeza!» -¡Qué barbaridad! ¡Vaya fiera! exclamó Alicia. -Y desde entoncesañadió el Sombrerero con una voz tristísima-, el Tiempo cree que quise matarlo y no quiere hacer nada por mí. Ahora son siempre las seis de la tarde.
  • «Sé lo que quieres parecer» o, si quieres que lo diga de un modo más simple: «Nunca imagines ser diferente de lo que a los demás pudieras parecer o hubieses parecido ser si les hubiera parecido que no fueses lo que eres».
  • «No entiendo cómo va a poder terminar su historia, si no se decide a empezarla»
  • -Puedo contaros mis aventuras… a partir de esta mañana dijo Alicia con cierta timidez-. Pero no serviría de nada retroceder hasta ayer, porque ayer yo era otra persona.

Carroll, L., Olmos, G. M., Carroll, L., Carroll, L., & Carroll, L. (1900). Alicia en el país de las maravillas: Fantasmagoria y otros poemas ; Un cuento endredado. Madrid: Edimat Libros.

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